lunes, 13 de julio de 2015

LAS BUENAS OBRAS DE LA CARNE

...La diferencia entre lo bueno que proviene de la carne y lo bueno que surge de la vida nueva es que la carne siempre tiene al yo en el centro...
...La carne tiende a estar segura de sí misma. Como son tan capaces, los carnales no necesitan confiar en el Espíritu Santo. Cristo crucificado es la sabiduría de Dios, pero ¡cuánto confía un creyente en su propia sabiduría! Pueden leer y predicar la Biblia, pueden escuchar y creer la Palabra, pero todo lo hace con el poder de su mente, sin la más mínima necesidad de depender totalmente de la instrucción del Espíritu Santo...
Aquí Satanás engaña a los hijos de Dios. Si los creyentes mantuvieran normalmente la actitud de tener crucificada la carne, Satanás no tendría ninguna oportunidad, porque la carne es el obrador o taller de Satanás. Si toda la carne, no sola una parte, está de verás bajo el poder de la muerte del Señor, Satanás se encontrará por completo sin trabajo. Por eso está dispuesto a permitir que llevemos a la muerte la parte pecaminosa de nuestra carne, si puede engañarnos para que retengamos la parte buena. Satanás sabe perfectamente que si la parte buena permanece intacta, la vida de la carne quedará preservada. Aún tiene una cabeza de puente desde la cual proseguir su campaña para recuperar el territorio perdido. Sabe muy bien que la carne podría ganar y recobrar su victoria en el reino del pecado si la carne consiguiera excluir al Espíritu Santo en lo que afecta al servicio de Dios. Esto explica el por qué muchos cristianos vuelven a servir al pecado después de haber sido liberados. Si el espíritu no mantiene de verás un control total y constante en cuestión de la adoración, no podrá mantener el dominio en la vida diaria. Si yo no me he negado por completo ante Dios, no puedo negarme ante los hombres, y a causa de esto no puedo vencer mi odio, mal genio y egoísmo. Estas dos cosas son inseparables. (ibid p110)

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